diumenge, 19 de febrer del 2012

Clamar en tiempos revueltos

Primero de todo, quiero felicitar al Real Madrid de Basket por haber ganado un título que hacía bastantes años que no ganaba y que le reportará ocupar una parte importante de la portada de mañana de un conocido diario deportivo imparcial donde los haya, pero como no me pagan por hacer publicidad no diré MARCAs.

Ahora viene mi sarta de lindezas así que si queréis podéis dejar de leer aquí.

A pesar del juego que puedan haber ofrecido, que malo no será si han cosneguido llegar a la final, ha sido en la final misma cuando se ha visto que, jugando con ocho personas en el terreno de juego es difícil no ganar, y es que parece ser que los árbitros han aplicado un doble rasero considerable a la hora de pitar las defensas de uno y otro equipo.

Clama al cielo que en un deporte que no mueve ni de lejos en este país las masas que sí lo hace el fútbol puedan llegar a pasar cosas como estas. Clama al cielo que puedan haber dobles raseros arbitrales en este deporte cuando el aficionado de a pie no sabe ni siquiera los nombres de los árbitros.

Sin embargo, es un tanto raro, como de olor a chamusquina, que cierto equipo de fútbol se haya negado en rotundo a ceder su estadio para la final de la Copa del Rey, oficialmente a causa de unas obras, aunque extraoficialmente se comenta que es por no tener que soportar el 50% de probabilidades de ver ganar al eterno rival en su campo; y en cambio, siendo al revés, que el estadio de la final esté decidido de antemano, el mismo equipo que había negádose en rotundo a ceder su estadio, aunque de diferente disciplina deportiva, gane un título (que llevaba años resistiéndosele) en campo del eterno rival. Llega un momento en que o se es paranoico o las casualidades dejan de tener sentido.

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